💔 El daño que le hice a mi familia
Sí… les hice daño.
No porque fui cruel.
No porque los abandoné.
Sino porque dejé de ser lo que ellos esperaban de mí. Porque me atreví a salirme del libreto, a no seguir el guión que escribieron para mi vida. Porque un día dije: "No más", y en ese instante se quebraron sus certezas, se rompieron sus máscaras… y todo eso también dolió. Mucho.
🎭 Dejé de ser la marioneta, la hija perfecta, la que decía que sí aunque todo dentro de ella gritara que no. Dejé de ser ese comodín al que podían culpar de todo, la que cargaba con las emociones de todos, con sus vacíos, con sus frustraciones. Me fui. Solté los hilos y eso los lastimó. Porque ya no estaba yo para aguantar, para mediar, para sostener lo insostenible.
💥 Los lastimé…
Porque al irme, tuvieron que verse. Tuvieron que asumir que las cosas no eran mi culpa. Que el caos ya no tenía un culpable fijo.
Porque quienes no trabajaban, tuvieron que salir a ganarse la vida.
Porque quienes dependían emocional o económicamente de mí, tuvieron que mover su cuerpo, su mente, su alma. Y eso duele. No por maldad, sino porque el cambio duele. La verdad incomoda. Y el amor propio ajeno, a veces, confronta nuestras propias heridas no sanadas.
✨ Y sí, amar también es soltar.
Es dejar ir, aunque duela.
Es permitir que los que amamos se enfrenten a sus propios errores, a sus propias decisiones, a sus propias sombras. Aunque implique lágrimas. Aunque signifique que te llamen egoísta. Aunque duela en el pecho. 💧
Hoy, mirando hacia atrás, me siento feliz.
Feliz porque al final, todos hemos crecido.
Ellos, porque por fin pudieron enfrentarse a su reflejo.
Y yo, porque tomé las riendas de mi vida, de mi universo, de mis decisiones.
👣 Porque no terminé trabajando en una "todo a mil", como muchos pensaban que me tocaría.
Porque no salí embarazada a los 15, como muchos deseaban solo para tener de qué hablar.
Porque me fui lejos, a más de 400 kilómetros, sin mirar atrás, sin pedir permiso.
Porque elegí cuándo y cómo ser madre, por amor, no por presión.
Porque elegí a mi pareja, mi camino, mis estudios.
Porque no permití que mataran mis sueños, aunque intentaron apagarlos con palabras cargadas de veneno disfrazado de preocupación.
Porque ningún trabajo es deshonra, lo que es cruel es cómo te hacen sentir menos por soñar en grande, por no encajar, por querer más.
🦋 Hoy soy libre.
Y en esa libertad, sé que les hice daño.
Pero también sé que fue el tipo de dolor que transforma, que abre caminos, que invita a sanar.
Porque a veces el amor no es complacer, sino poner límites.
A veces, la forma más pura de amar… es alejarse para salvarse.
🌱 Gracias por el daño que causé.
Porque ese daño…
fue vida.