🌙 "Las cicatrices que ocultamos… y la luz que despiertan"
Hoy mi hijo me pidió que viéramos una película juntos. Se llama “Las Guerreras del K-pop”. No sabía mucho de ella, solo que hablaba de demonios… pero pronto descubrí que no eran solo criaturas oscuras lo que se mostraba, sino batallas mucho más reales: las que libramos por dentro.
Una escena me estremeció. La protagonista tenía cicatrices. No solo en su piel, sino en su alma. Se las cubría todo el tiempo, con ropa, con actitud, con una sonrisa forzada… fingiendo ser alguien que no era. Y no pude evitar preguntarme:
¿Cuántas veces hacemos eso mismo?
¿Cuántas veces hemos escondido nuestras heridas por miedo al juicio, al “qué dirán”?
¿Cuántas veces nos hemos disfrazado de valentía, cuando por dentro solo queríamos ser abrazados por comprensión?
¿Cuántas veces hemos creído que nuestras cicatrices nos hacían menos… cuando en realidad son el mapa de todo lo que hemos superado?
Esa chica, en medio de su lucha, no pudo seguir escondiendo más. Las cicatrices salieron a la luz. Pero no para avergonzarla… sino para liberarla.
Fue ahí cuando brilló. No porque sus heridas desaparecieran, sino porque dejó de huir de ellas. Las abrazó. Y en esa aceptación, su luz interna se volvió imparable.
Y entonces entendí…
Que no se trata de tapar lo que duele, sino de reconocerlo sin vergüenza. Que esas heridas que tanto tememos mostrar son, en verdad, los lugares por donde entra nuestra luz.
Que la resiliencia no nace de lo perfecto, sino de lo roto que se reconstruye con amor.
Hoy te invito a ti, que estás leyendo, a mirarte con compasión.
A dejar de cubrir lo que eres.
A quitarte las capas de miedo y mostrarte con tus sombras y tus destellos.
Porque ambas cosas te hacen único, humano, real… hermoso.
Ya es hora.
Hora de dejar de fingir.
Hora de aceptarte y brillar.
✨ Tus cicatrices no te restan…
Te revelan.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario