sábado, 24 de mayo de 2025

Amor con alas: una década aprendiendo a amar en libertad

 

💍 Diez años a su lado: el arte de desaprender para amar de verdad🎬

Llegué a Bogotá con 22 años, una maleta llena de sueños, expectativas, miedo… y mucho, mucho por desaprender. Era una versión de mí que creía saber lo que era el amor. Spoiler alert: no tenía ni idea. 😅

Conocí a quien hoy es mi esposo con más miedo que certezas. Yo venía de relaciones tóxicas, esas que te enseñan que si no duele, no es amor. ¡Grave error! Tenía el amor confundido con el control, los celos con la pasión, y la dependencia con el compromiso. Fui celosa (nivel FBI), posesiva, analizaba cada palabra, cada movimiento, cada emoji. Quería estar pegada a él, como si eso me diera seguridad. Exhausta yo… y exhausto él también.

Pero él, ya venía con varios años de introspección, de terapia, de conocerse. No estaba en “modo drama”, sino en modo paz. 🧘‍♂️ Y claro… mis actitudes casi me cuestan el matrimonio.

💔 Aprender a desaprender

Tuve que mirar dentro de mí y reconocer: esto no es amor, esto es miedo disfrazado. Aprendí que amar no es vigilar. No es controlar. No es exigir pruebas de amor constantes. Amar es soltar. Es permitir que el otro respire sin sentir que te está abandonando.

Y ojo, esto no fue de un día para otro. Fue un proceso. Un proceso donde me caí mil veces, y me levanté mil una. Donde me di cuenta de que él no era mi enemigo, ni mi terapeuta, ni mi salvador. Era mi compañero. Otro ser humano, con sus risas, sus lágrimas, sus silencios y sus sombras.

🧠 Las redes no son la realidad

No, el amor no es como lo pintan en Instagram. Ni como las series de Netflix. No hay música de fondo, ni filtros bonitos. Hay discusiones por quién sacó la basura, días en los que uno no se aguanta ni a sí mismo, silencios incómodos, y momentos en que uno se pregunta: ¿qué estamos haciendo? Pero también hay miradas que sanan, abrazos que sostienen, y carcajadas que hacen olvidar cualquier tormenta.

He aprendido que el amor no es simbiosis. Es caminar al lado del otro, no adelante, no detrás. No quiero ser su sombra. Quiero ser su compañera. Su aliada. Su risa en los días buenos, su abrazo en los días grises.

🤝 Él también ha hecho su parte

No ha sido solo mi trabajo. Él también ha puesto de su parte. Me ha escuchado. Me ha validado. Ha mirado dentro de sí mismo y ha decidido mejorar ciertos patrones. Y eso lo valoro como no se imaginan. Porque no se trata de que uno cambie y el otro aplauda. Se trata de crecer juntos. De comprometernos, los dos, en no repetir lo que nos rompió antes.

👶🏼 Y aquí estamos: 10 años después, un hijo, muchas historias

Tenemos un hijo hermoso, que ha sido nuestro espejo más sincero. Que nos ha mostrado nuestras sombras, pero también nuestras luces. Hemos construido un camino con errores, claro que sí, pero con muchos más aciertos. Con amor, libertad, paciencia… y muchas risas. 😂

Porque al final del día, eso es el amor: elegir cada mañana, sin presión, sin deber, sin drama. Elegir con el corazón. Entender que el otro no está para cumplir nuestras expectativas, sino para caminar a nuestro lado, libre, humano, imperfecto.

💌 Si tú estás leyendo esto...

Y estás en una relación, o soñando con una, quiero decirte: las relaciones no son perfectas. No son de película. Son reales, a veces difíciles, pero profundamente hermosas cuando hay amor del bueno. Ese amor que no asfixia, que no vigila, que no grita, que no hiere. Sino el que escucha, valida, construye, respeta.

✨ El amor bonito no es el que arde sin control, sino el que cuida sin condiciones.
✨ El amor maduro no te dice “cámbiate”, sino “te acompaño mientras creces”.
✨ El amor sano no exige, sino que ofrece. No controla, sino que confía.

Aquí vamos, 10 años después… con mil aprendizajes, con cicatrices, pero también con muchas flores 🌸 sembradas a punta de paciencia, terapia, conciencia y risas.

Gracias, amor, por elegirme cada día. Por enseñarme sin palabras. Por caminar conmigo, con mis sombras y mis luces.

Y a ti que estás leyendo… que sepas que sí, se puede. Pero hay que estar dispuesto a trabajar. A mirar hacia dentro. A soltar lo aprendido. A amar desde la libertad.

💛 Porque el amor real no es perfecto… pero vale la pena.


💌 P.D.: 10 años después, miro atrás y no puedo creer todo lo que hemos crecido mentalmente. Todo lo que hemos soltado, sanado, y reconstruido con amor del bueno. Siempre te voy a elegir... pero no desde la carencia, ni el miedo. Te elijo desde la conciencia, la libertad, el agradecimiento y mi eterno amor. 💛✨







viernes, 23 de mayo de 2025

Vengo del universo, y eso me basta

 

🌈 No tener religión también es una elección espiritual

Hubo un momento en mi vida en el que me detuve a observar todo lo que creía. No por rabia, no por rebeldía, no porque estuviera en guerra con algo o alguien… sino porque, simplemente, ya no me hacía sentido.
Fue como despertar un día y darte cuenta de que el abrigo que usabas ya no te queda, que no te abriga, que incluso te incomoda. Agradecí por ese abrigo, por todo lo que me dio, pero supe que era hora de dejarlo ir.

Dejar la religión fue para mí un acto de libertad, amor y responsabilidad.

Sí, libertad. Porque me permitió empezar a pensar por mí misma, sin sentir que estaba traicionando a nadie.
Amor, porque me miré con compasión en el proceso. No fue fácil soltar algo tan profundamente ligado a la identidad, la familia, la cultura, la idea de lo “bueno”.
Y responsabilidad, porque entendí algo que me cambió la vida:
👉 Esta vida es la única que tengo.
Y la única que me corresponde vivir… soy yo.

🌟 No espero que el maná caiga del cielo

Durante mucho tiempo creí que si hacía lo “correcto”, si me portaba bien, si seguía las reglas… algo mágico vendría a salvarme. Que habría una fuerza externa que me recompensaría. Que el maná caería del cielo.
Pero un día, con los pies en la tierra, me di cuenta de que el maná soy yo. Lo que cosecho viene del esfuerzo, de la constancia, de elegir todos los días cuidar de mí aunque a veces no tenga ganas.

Hoy sé que la disciplina también puede ser un acto de amor propio. No lo hago por miedo al castigo ni para ganarme un lugar “allá arriba”. Lo hago porque estoy “aquí abajo”, viva, con este cuerpo, esta mente, este corazón que me pide atención, dulzura, descanso, alimento, movimiento, verdad.

💭 Me hace feliz pensar que vengo del universo

No tengo religión, pero no me siento vacía.
Al contrario: me siento llena de un misterio hermoso. Me hace feliz pensar que vengo del universo, que tengo en mis células polvo de estrellas, que el mismo mar que canta en las conchas vive en mi pecho cuando respiro profundo. 🌊🌌

No tengo un “Dios” definido, pero tengo silencio, intuición, sincronías. Tengo el momento en que abrazo a mi hijo y siento que el tiempo se detiene.
Tengo rituales: una taza de café por la mañana, la escritura como espejo, los pensamientos que acomodo en terapia, una canción que me hace llorar sin entender por qué.
Tengo espiritualidad en lo cotidiano.
En ese instante en que escucho a alguien de verdad.
En el respeto por las diferencias.
En el acto de no hacerle a nadie lo que no quiero que me hagan a mí.

Ese es mi mantra. Tan simple, tan profundo. Tan difícil a veces.

🙌 Solté la religión, no la sensibilidad

Mucha gente cree que al no tener religión una “pierde el rumbo”. Y entiendo ese miedo. A veces necesitamos estructuras, explicaciones, alguien que nos diga qué hacer cuando la vida duele.
Pero yo descubrí que no tener religión no significa no tener dirección.
Tampoco significa no tener ética, ni sensibilidad, ni propósito.
Significa que ahora mi brújula está dentro.
Que confío en mi criterio, en mi consciencia, en mi capacidad de hacerme preguntas reales y encontrar respuestas sin culpa ni castigo.

Y claro, a veces me equivoco. A veces me pierdo.
Pero ¿sabes qué? Ahora sé que también soy yo quien tiene el poder de volver a mí.

💕 Con amor y sin juicio

No escribo esto para criticar las creencias de nadie. Todo lo contrario: lo escribo con el corazón abierto.
Respeto profundamente a quien cree con fe, a quien reza con amor, a quien encuentra consuelo en sus creencias.
Solo quiero recordar —por si alguien allá afuera lo necesita— que elegir no tener religión también puede ser un camino de luz, de conexión y de sentido.

No estoy sola. Estoy conmigo.
Y eso, al menos para mí, es sagrado.


🌟 Hoy elijo así

Hoy no tengo religión, pero tengo paz.
Tengo preguntas. Tengo amor.
Tengo un hijo que me mira y me recuerda quién soy.
Tengo días grises, pero también soles internos que sé encender.
Tengo más compasión por mí y por los demás.

Y si en esta vida sólo hay una oportunidad…
Entonces que sea una vida consciente, libre, amorosa y auténtica.

Y si algún día alguien me pregunta:
“¿Y tú en qué crees?”
Responderé sonriendo:
Creo en no hacerle a nadie lo que no quiero que me hagan.
Y creo que eso… también es espiritual. 💫🌸

"And you’re gonna be happy
And you’re gonna be happy
Like that snow that just settled down
Let’s breathe, like the first time.”





jueves, 22 de mayo de 2025

Lágrimas en la ducha, sonrisas en la sala : SOY MAMÁ

 Ser mamá: la montaña rusa más intensa del mundo 🎢💪

Ser mamá no es solo una palabra bonita que nos enseñaron desde pequeñas.
Ser mamá es levantarte con los ojos hinchados porque no dormiste en toda la noche, y aun así encontrar fuerzas para sonreír y calmar el llanto de alguien que depende completamente de ti.
Es intentar no romper a un ser indefenso, mientras tú estás rota por dentro, tratando de sanar heridas que tal vez ni sabías que estaban ahí.

Es desaprender lo aprendido.
Es cuestionarte.
Es llorar bajito en el baño para no despertar a nadie.
Es sentir ese nudo en la garganta cuando tu hijo hace un berrinche en la calle y las miradas ajenas te atraviesan como espadas.
Es no saber si calmarlo, ignorarlo o simplemente sentarte a llorar con él.

Y es culpa.
Siempre culpa.
Por trabajar fuera de casa.
Por quedarte en casa.
Por dar lactancia.
Por no darla.
Por ponerle azúcar.
Por quitársela.
Por gritar.
Por callar.
Por no saber si lo estás haciendo bien.

👩‍👧‍👦 Ser mamá es ser juzgada constantemente.
La sociedad no nos da tregua.
Si trabajas, “descuidas a tu hijo”.
Si te quedas en casa, “no haces nada”.
Si tu hijo hace una rabieta, “es tu culpa”.
Si eres firme, “eres dura”.
Si eres flexible, “eres blanda”.

Y mientras tanto, las redes sociales…
Esa vitrina falsa donde parece que todo el mundo compite para ver quién es la mejor mamá:
Quién se recuperó más rápido del parto.
Quién alimenta mejor.
Quién tiene más paciencia.
Quién hace más actividades educativas.
Quién tiene la sonrisa más radiante mientras lava platos con un bebé en brazos.

Yo me agoté.
Me cansé de todo eso.
De sentirme menos.
De querer encajar en moldes imposibles.

No vine a este mundo a ser “la mejor mamá de Instagram”.
Vine a amar.
A equivocarme.
A reparar.
A acompañar.
A aprender.

Por eso ya no critico. Ya no juzgo. Porque yo también he estado rota. Porque sé lo que duele. Porque todas las mamás somos valiosas. 💛

Si estás leyendo esto y hoy te sentiste insuficiente… si pensaste que no podías más…
No estás sola.
Te abrazo fuerte, Eres suficiente.
Tu hijo no necesita una mamá perfecta.
Te necesita a ti. Con tus sombras, tus luces, tus intentos, tus fracasos y tus abrazos, aunque tiemblen.

💬 Dejemos de castigarnos.
💬 Dejemos de vivir con culpa.
Respira. Llora si lo necesitas. Pide ayuda.
Permítete ser humana.

Porque ser mamá también es esto:
🌙 Noches eternas.
🥄 Comidas frías.
🛁 Lloradas en la ducha.
🧠 Dudas constantes.
💤 Sueño acumulado.
💔 Corazón agotado.
💞 Y aun así… amor. Tanto amor. Un amor que te sacude, que te cura, que te desarma.

Y aunque a veces me rompo, aunque a veces no puedo más…
Soy mamá. Y no imagino mi vida sin él.
Sin sus risas que iluminan mi alma.
Sin sus preguntas locas.
Sin sus abrazos chiquitos.
Sin su mundo que me salva del mío.

Porque por él, por su existencia…
yo me reconstruyo cada día.
Y aunque me duela, aunque llore en silencio…
no cambiaría esto por nada.

Esto es para ti, mamá.
No estás fallando. Estás criando con el alma.
Y eso, aunque no lo digan suficiente…
es lo más valiente y hermoso que existe. 🦸‍♀️✨




Feminismo: diversidad, no uniformidad

  🌸 Feminismo, maternidad y elecciones: mis reflexiones Ayer hablaba con mi psicóloga sobre el tema del feminismo. Yo, muy convencida, le d...