🌈 No tener religión también es una elección espiritual
Hubo un momento en mi vida en el que me detuve a observar todo lo que creía. No por rabia, no por rebeldía, no porque estuviera en guerra con algo o alguien… sino porque, simplemente, ya no me hacía sentido.
Fue como despertar un día y darte cuenta de que el abrigo que usabas ya no te queda, que no te abriga, que incluso te incomoda. Agradecí por ese abrigo, por todo lo que me dio, pero supe que era hora de dejarlo ir.
Dejar la religión fue para mí un acto de libertad, amor y responsabilidad.
Sí, libertad. Porque me permitió empezar a pensar por mí misma, sin sentir que estaba traicionando a nadie.
Amor, porque me miré con compasión en el proceso. No fue fácil soltar algo tan profundamente ligado a la identidad, la familia, la cultura, la idea de lo “bueno”.
Y responsabilidad, porque entendí algo que me cambió la vida:
👉 Esta vida es la única que tengo.
Y la única que me corresponde vivir… soy yo.
🌟 No espero que el maná caiga del cielo
Durante mucho tiempo creí que si hacía lo “correcto”, si me portaba bien, si seguía las reglas… algo mágico vendría a salvarme. Que habría una fuerza externa que me recompensaría. Que el maná caería del cielo.
Pero un día, con los pies en la tierra, me di cuenta de que el maná soy yo. Lo que cosecho viene del esfuerzo, de la constancia, de elegir todos los días cuidar de mí aunque a veces no tenga ganas.
Hoy sé que la disciplina también puede ser un acto de amor propio. No lo hago por miedo al castigo ni para ganarme un lugar “allá arriba”. Lo hago porque estoy “aquí abajo”, viva, con este cuerpo, esta mente, este corazón que me pide atención, dulzura, descanso, alimento, movimiento, verdad.
💭 Me hace feliz pensar que vengo del universo
No tengo religión, pero no me siento vacía.
Al contrario: me siento llena de un misterio hermoso. Me hace feliz pensar que vengo del universo, que tengo en mis células polvo de estrellas, que el mismo mar que canta en las conchas vive en mi pecho cuando respiro profundo. 🌊🌌
No tengo un “Dios” definido, pero tengo silencio, intuición, sincronías. Tengo el momento en que abrazo a mi hijo y siento que el tiempo se detiene.
Tengo rituales: una taza de café por la mañana, la escritura como espejo, los pensamientos que acomodo en terapia, una canción que me hace llorar sin entender por qué.
Tengo espiritualidad en lo cotidiano.
En ese instante en que escucho a alguien de verdad.
En el respeto por las diferencias.
En el acto de no hacerle a nadie lo que no quiero que me hagan a mí.
Ese es mi mantra. Tan simple, tan profundo. Tan difícil a veces.
🙌 Solté la religión, no la sensibilidad
Mucha gente cree que al no tener religión una “pierde el rumbo”. Y entiendo ese miedo. A veces necesitamos estructuras, explicaciones, alguien que nos diga qué hacer cuando la vida duele.
Pero yo descubrí que no tener religión no significa no tener dirección.
Tampoco significa no tener ética, ni sensibilidad, ni propósito.
Significa que ahora mi brújula está dentro.
Que confío en mi criterio, en mi consciencia, en mi capacidad de hacerme preguntas reales y encontrar respuestas sin culpa ni castigo.
Y claro, a veces me equivoco. A veces me pierdo.
Pero ¿sabes qué? Ahora sé que también soy yo quien tiene el poder de volver a mí.
💕 Con amor y sin juicio
No escribo esto para criticar las creencias de nadie. Todo lo contrario: lo escribo con el corazón abierto.
Respeto profundamente a quien cree con fe, a quien reza con amor, a quien encuentra consuelo en sus creencias.
Solo quiero recordar —por si alguien allá afuera lo necesita— que elegir no tener religión también puede ser un camino de luz, de conexión y de sentido.
No estoy sola. Estoy conmigo.
Y eso, al menos para mí, es sagrado.
🌟 Hoy elijo así
Hoy no tengo religión, pero tengo paz.
Tengo preguntas. Tengo amor.
Tengo un hijo que me mira y me recuerda quién soy.
Tengo días grises, pero también soles internos que sé encender.
Tengo más compasión por mí y por los demás.
Y si en esta vida sólo hay una oportunidad…
Entonces que sea una vida consciente, libre, amorosa y auténtica.
Y si algún día alguien me pregunta:
“¿Y tú en qué crees?”
Responderé sonriendo:
Creo en no hacerle a nadie lo que no quiero que me hagan.
Y creo que eso… también es espiritual. 💫🌸
"And you’re gonna be happy
And you’re gonna be happy
Like that snow that just settled down
Let’s breathe, like the first time.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario